El oráculo como herramienta: Un trabajo rándom,sinergias y el Zorro
#cuadernodeprocesos - 22
Cosas que tengo que hacer hoy con respecto a INR:
Pasar otro módulo a limpio y revisar las cosas que tengo escritas.
Escribir esta newsletter.
Preparar dos posts para Instagram.
Leer y seguir la investigación.
La semana pasada (ya os he contado algo por aquí anteriormente) he tenido unos acelerones y bajones que ni para qué. Diría que ando excitada, emocionada, a veces colapsada, y todo esto no tiene tanto que ver con INR. Tiene que ver más con las otras partes de Isabel, que no suelo practicar por estos lares.
Siendo completamente sincera, me está costando mucho tener una rutina férrea. No ha sido mi pretensión en estas últimas semanas, pero como ya dije el otro día en la entrada de Viene el miedo, hay que tomar acción, tengo que ponerme un poco las pilas durante estos meses.
Es gracioso, porque la carta que me está apareciendo en mi oráculo de cabecera todos los días es esta: El espíritu zorro (Confía en tus talentos en momentos de cambio).
La energía del zorro permite moverse en momentos de transición con astucia y agilidad, para salir airoso.
No exagero si os digo que ayer, en unas cuantas preguntas que me hice, me salió tres veces. Cuando las cartas hablan así, hay que echarles un ojo.
Los oráculos, o las cartas del tarot, son algo que quiero incluir dentro de INR. En el módulo de agua (inner seek), correspondiente al mundo emocional e inconsciente, entrar en este módulo da miedo, por eso siempre lo hago desde una perspectiva creativa. Utilizar oráculos para adentrarse en el inconsciente es una herramienta más, que está relacionada, dentro de lo psicológico, con el mundo sugestivo y de la imaginación; que es el que yo controlo.
Os pongo un ejemplo de algunos de los usos que hago en relación a mi trabajo con el oráculo:
Hace un año y poco, hice una obra teatral en la que tenía que escribir un monólogo para presentarlo al público sobre un personaje. Una chica colombiana, a la que no conocía, pero que había existido. Podría haber escrito, sin más, lo que fuese ocurriendo, pero no os podéis imaginar la fuerza que tomaron mis textos cuando escribí a través de las cartas y sus imágenes. Estuvieran o no relacionadas con esa niña, estaban completamente conectadas conmigo y con lo que tenía/quería contar yo, desde mi canal, sobre esa persona convertida ahora en personaje.
Otro de mis usos favoritos es echarme una carta antes de salir al escenario. Pido que me den un arquetipo, una energía tipo a la que agarrarme antes de salir a escena, saber en qué tengo que centrarme. Más de lo mismo, es un anclaje. Si me sale la energía de La Luna (tanto en oráculo como en tarot), remito a mi parte más inconsciente y emocional → esto se traduce en que mi cuerpo cambia de tonicidad y de acercamiento a la escena, incluso siendo completamente igual cada noche de representación. Lo positivo aquí es el foco energético que te da y el anclaje.
Luego, me tiro las cartas simplemente por diversión. No creo en sus predicciones, aunque muchas veces pueden acertar. Por eso el tarot lo uso en menor cantidad. Los oráculos tienen algo más de introspección en sus mensajes; el tarot (o al menos esta baraja que tengo yo) lo siento más predictivo en algunos casos.
¿Os cuento una anécdota?
Una vez me ofrecieron hacer un trabajo de tarotista. Una empresa quería a una actriz que hiciera de tarotista para su cena de Navidad (sí, un poco mono de feria, pero he hecho de cocodrilo, de Olaf, del tigre Peligre, de cabezuda... Amigas, el mundo del obrero actoral es fuerte). No diré qué empresa era, pero es una compañía de ropa que se llama Kiabi.
Bueno, en fin, que yo fui a Casa de Campo a la cena y, como tenía tarot propio, me lié la manta a la cabeza y dije: “Voy a darle un repasón fuerte a todos los arquetipos, porque lo voy a hacer con todas las de la ley, de verdad y como pueda”. (A las personas que se dediquen al tarot de manera profesional, mil perdones por este intrusismo laboral de un día).Bueno, el resultado es que gané más que haciendo un bolo de un musical infantil y tuve cola durante toda la noche. ¿Quizá en ese momento me replanteé mi futuro? Sí, para qué nos vamos a engañar. ¿Lo haría? No.
No concibo el tarot (aunque a veces lo use como tal) como algo predictivo, porque creo en ello muy relativamente, ya que todos tenemos muchos caminos posibles y las cartas que te saldrán solo corresponderán con lo que tú estés vibrando en ese momento. Es decir, un camino posible de tantos otros. Ahora, magia tienen, palabrita.
Pero como herramienta para entrar dentro de ti y sensibilizarte, es otro rollo. Y para despertar la creatividad y la imagina-acción, es una maravilla.
Lo dejo aquí, que me lío, pero os iré contando más sobre cómo utilizo estas herramientas de autoconocimiento, que inspiran y despiertan los mundos invisibles.
Os deseo un bonito día desde INR.
Siempre hay que poner CTA (calls to action) en estos mundillos y es verdad, así que:
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La única certeza que tengo es la incertidumbre, por eso es un #cuadernodeprocesos
"No diré qué empresa era, pero es una compañía de ropa que se llama Kiabi."
🤣🤣🤣 Qué grande...
Buenísimo los ejercicios para expandir y anclar tu rutina y vida diaria mediante el oráculo y tarot... para mi el tarot es mucho más crudo y directo, sin adornos, te muestra lo que es. Y los oraculos le dan ese guiño de esperanza y energía de apapacho para inspirarte.